De la “matraca” en las alcabalas de la GNB y a la PNB ningún transportista de alimentos se salva

*** Aseguran que se han dado casos, donde hasta droga le “siembran” a un transportistas, solo porque molestó se opuso a entregar parte de su mercancía

*** Los productores, transportadores y vendedores sostienen que no basta circular con toda la documentación en regla, pues para ellos la regla fundamental es la plata y mercancía, es decir, la “matraca sin freno”

Aunque el tema del “matraqueo” en las alcabalas instaladas a lo largo y ancho del país no es nada nuevo, en los últimos tiempos se ha intensificado por la difícil situación que vive el país y hasta los “matraqueros” han adoptado nuevas modalidades para hacer más eficaces sus perversos actos de concusión. Exigir a los camioneros dinero y parte de la mercancía que trasladan desde los Andes al Centro y Occidente del país, es prácticamente un requisito rutinario y obligatorio. “Ahora para llegar “sano y salvo” a Barquisimeto, Valencia, Maracay y Caracas hay que tener algún general de padrino”, denuncian los afectados.

Productores, transportadores y vendedores de hortalizas, verduras, plátanos, frutas, café, maíz, arroz y productos de aseo personal artesanal, denuncian que cada día las autoridades, principalmente la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB)  son las más descaradas con el cobro de “peaje” para dejar pasar la mercancía que se lleva en los camiones. Nadie se salva de las extorsiones (concusión), puesto a que si no se les da dinero y parte de la mercancía que se transporta, entonces buscan cualquier escusa e inventan una falta o un delito, y así proceden a detener al transportista y decomisarle lo que lleva en el camión. Aseguran que se han dado casos, donde hasta droga le han “sembrado” a los transportistas, solo porque molestó se opuso a entregar parte de su mercancía. ¡Es terrible! -nos dijo el viejo Manolo García, un hombre que toda su vida se ha dedicado al comercio de hortalizas, ajo y papa desde los andes al centro del país.

No basta andar con toda la documentación en regla

Las ferias de vegetales y frutas en las calles de Caracas y de otras muchas regiones del país constituyen una alternativa real para comprar hortalizas a menor costo que en los supermercados, pero los transportadores y vendedores denuncian que en todas las alcabalas que están instaladas a lo largo de la carretera que une a Los Andes con el centro del país, incluyendo los Puntos Móvil de Control que aparecen de pronto, los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y los funcionarios Policía Nacional Bolivariana (PNB) y demás policías, regionales y municipales, los extorsionan descaradamente, pidiéndoles dinero y mercancía, bajo amenaza de decomisarles la mercancía, si se niegan a “bajarse de la mula”. Ellos -repetimos- nos piden dinero y algo de la mercancía, a cambio de dejarnos continuar el viaje sin mayores contratiempos, dijeron unos jóvenes que transportaban sacos de papa en en camión 350.

Los productores, transportadores y vendedores sostienen que no basta circular con toda la documentación en regla, pues para los guardias y los policías la regla fundamental es la plata y mercancía, es decir, la “bajada de mula”. Los papeles no les importan un c…

Ese problema sucede todo el tiempo en las alcabalas

Jacinto Carrero Vivas sostiene que “no hay alcabala que no friegue en el camino. Nos quitan lo que muchas veces compramos en el camino y que por esa circunstancia no tiene guía, como café, papelón, caraotas. Algunos quitan frutas, vegetales y dinero también”. Agregó que “en cada alcabala se quedan con 10 kilos, un poquito de cada cosa, y hay 15 y hasta más alcabalas en esa vía. Ninguno de los que venimos de Mérida o del Táchira nos salvamos, al menos que se tenga un general de padrino. Debido a esta terrible situación que enfrentamos diariamente, nos vemos obligados a incrementar los precios de la mercancía que nos queda, para así poder recuperar algo de lo que nos arrebatan. Al final quién paga eso es el consumidor”, indicó.

Otro productor del paramo merideño aseguró que “a los agricultores desde que salimos nos matraquean. Los guardias y los policías nos quitan las papas, las zanahorias, el ajo, las caraotas, el café, los huevos, el queso, y todo lo que transportamos. De hecho, a unos compañeros les quitaron 200 kilos de café en diciembre y todavía no lo han podido recuperar”.

Sumado a esta situación, que de por sí es muy grave, puesto a que presenta a funcionarios al servicio del Estado como unos vulgares delincuentes; los productores, transportadores y vendedores enfrentan otro grave problema: el de la inseguridad. Siempre estamos en riesgo, -dicen- pues luego de ser asaltados por los efectivos de la GNB y por funcionarios de la PNB en las alcabalas, también en las carreteras estamos a merced de del hampa común y para colmo de males, de los saqueadores, cuando por alguna circunstancias sufrimos algún accidente.

Todos los consultados llaman al Alto Gobierno a enfrentar estos problemas que agravan la crisis alimentaria en el país. Ojalá algunos generales se decidieran, solo por unos días, acompañarnos cuando transportamos los alimentos, para que constaten que lo que denunciamos es real y sepan cómo enfrentar a esos delincuentes con uniformes que están atornillados en las alcabalas.

 

José Rafael Ramírez
Periodista, CNP 3.141