En los actuales momentos, en el Poder Judicial venezolano está ocurriendo un fenómeno conocido como “raspadura de olla”. Una buena cantidad de jueces y otros funcionarios judiciales que creen que al régimen al cual le han servido, está llegando a su fin y, eso los ha llevado a “pasar un rastrillo”, es decir a buscar desaforadamente buscar recursos a como dé lugar, sin embargo saben que los bolívares no sirven para nada, por lo que piden son dólares o euros. También se conforman con joyas de oro, como relojes, cadenas, esclavas, prendedores, etc. La idea que agarrar lo que les caiga.
Basta meter en Google la palabra jueces y dólares, para ver como saltan los casos. En el 2017, el propio Tribunal Supremo de Justicia informó que un juez fue detenido por pedir 4 millones de dólares a un procesado. Allí se mencionó el nombre del juez 13° laboral de Caracas, Glenn David Morales (49), así como a los abogados David Villamizar (48) y Nergan Pérez (45), quienes habrían solicitado cuatro millón de dólares a un ciudadano a cambio de solucionarle una situación penal vinculada a una alerta roja de Interpol. Esos dos abogados fueron capturados, según el comunicado del TSJ, cuyo presidente, Maikel Moreno, denunció una red que extorsionaba a imputados utilizando su nombre.
En el 2016 el juez 3° de Control del estado Miranda con sede en Ocumare del Tuy, José Luis Chaparro, y el aguacil Pedro Molina fueron privados de libertad por haber pedido 2.000 dólares a un preso a cambio de librarle la boleta de excarcelación.
Recientemente una abogada denunció que en los tribunales de Caracas cobran cierta cantidad en divisa americana para admitir la querellas. En fin, corrupción judicial desbocada, lo que contribuye a profundizar el desprestigio del Poder Judicial venezolano, donde las historias y rumores de jueces pidiendo dólares abundan.
El presidente del Circuito Penal, Luis Enrique Abello García
Por ejemplo, en Aragua es vox pópuli que algunos jueces tienen tu tarifa para cada caso en particular, pero en todo caso la mínima son 3 mil dólares; y, según, para lograr una libertad el montos está entre 5 y 10 mil dólares.
Lo que llama poderosamente la atención es que en Aragua ningún juez puede otorgar una medida o un beneficio, sin la debida aprobación de militar y abogado Luis Enrique Abello García, presidente del Circuito Judicial Penal del estado Aragua ¿Entones quién cobra? Otro hecho que comentan con fuerza los litigantes del foro aragüeño, es que la cosa se “ha puteado tanto”, que ya ni guardan las apariencias. Antes determinado juez trabajaba con un solo intermediario, con quién había que cuadrar, hoy cualquiera hace el negocio con el juez, lo que evidencia el grado de putrefacción que existe en el Palacio de Justicia de Aragua. Un prestigioso abogado litigante de la zona, de quién vamos a omitir su identificación para evitarle represalias nos dijo con propiedad que el Poder Judicial de Aragua sigue en malas manos, simple y llanamente porque salió de Guatemala y entró en Guatepeor. Nos aseguró que el presidente del Circuito Penal, Luis Enrique Abello García, quién en noviembre pasado sustituyó a la destituida juez Cinthia Meza de Narváez, no es precisamente un dechado de honestidad, con el agravante de que su ignorancia jurídica ha sido puesta en evidencia recientemente por la propia Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en una sentencia.
“Aragua es pequeña y aquí todo se sabe, nos dijo el litigante.” El nos prometió para los próximos días un resumen de caso resueltos gracias a los dólares solicitados. “Eso si, en varios casos de los que hemos sabidos, cumplen primero y después cobran.” Eso para generar confianza y que los negocios fluyan.
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