Jefe del SENIAT-Cagua se enriquece extorsionando a los contribuyentes especiales

Denuncian que Jesús Ernesto Millán  Gonzálezno cree en nadie para cobrar en dólare. La tarifa minima son 8 mil

Desde hace casi un año algunos contribuyentes vienen denunciando la irregular actuación y el enriquecimiento de varios funcionarios del SENIAT/Cagua. Ya en mayo pasado se publicó material al respecto, sin embargo la situación a persistido.  Para esos corruptos funcionarios esta semana, la más importante del año, es crucial, puesto a que  el jefe de esa dependencia, Jesús Ernesto Millán  González, cedula de identidad N° V-13.937.465  y su grupo de fiscales de confianza comenzaron a cobrar por adelantado sus aguinaldos,  extorsionando a los contribuyentes especiales, esos que deben  pagar el impuesto a grandes patrimonios. El negocio redondo, pues les proponen cuadrarles la declaración a todos los comerciantes  para que no declaren todo y  así poder quedarse  el jefe con todos los dólares que se recauden. Afectados nos informan que la tarifa minima es 8 mil en billetes verdes, “mientras que a los empleados nos dan unos aguinaldos equivalentes a medio petro”, nos dijo uno de los empleados que ve como danza la moneda norteamericana por oficina de Millán González.

Ya en mayo pasado se informó que Jesús Ernesto Millán  González, jefe del sector de Tributos Internos del del SENIAT/Cagua se hacía pasar por Gerente de la Región Central, usurpando funciones de Renzo Fajardo, para cometer sus fechorías, es decir, extorsionar a los contribuyentes en complicidad con su mano derecha el fiscal Oneysi Galván. Ellos creen que solo tachando  la  firma en los documento borran la pruebas de sus actos de corrupción. Se dijo en ese entonces que otra funcionaria señalada era Wilmary Mercedes Navas Sánchez, cédula de identidad 19.833.057. Ella se había dedicado a cobrarles en dólares a los usuarios de ese organismo, para sacarle  constancias de vivienda principal y certificaciones de sucesiones. El que no se baje de la mula con su tarifa, que en ese entonces nunca bajaba de 50 dólares, se quedaba sin sus recaudos y hasta le torpedeaban cualquier gestión. Parece ser que ante el final que se avizora, funcionarias como esta tratan de “raspar la olla”.

 

 

José Rafael Ramírez
Periodista, CNP 3.141