¡Auxilio…Auxilio…Auxilio! En estado de coma el Hospital Central de Maracay

El mal estado de los hospitales en Venezuela ya no asombra a nadie ni preocupa a los altos funcionarios responsables de ellos. En cada ciudad la queja en los hospitales siempre es la misma y los problemas igualitos. El Hospital Central de Maracay no escapa a esa realidad. Desde allí siempre nos escriben a cada rato. Cuando no son los pacientes, son trabajadores al servicio de la Corporación de Salud del estado Aragua (Corposalud) que prestan sus servicios en el principal centro hospitalario del estado Aragua quienes nos lanzan llamados de atención. ¡Claro! Ellos son los afectados directos, es decir, los que sufren y padecen por culpa de la negligencia de los gobernantes.

Pacientes y trabajadores de la salud nunca dejan de pedir a gritos soluciones a los graves problemas que enfrentan en ese terrorífico hospital, donde las condiciones para la prestación del servicio de salud son cada vez más críticas. En un breve recorrido por su interior hemos podido comprobar que en este sanatorio nuestro, el olor nauseabundo que sale de los baños penetra no solo en las habitaciones de los enfermos e invade el lugar de las enfermeras, cuyos uniformes blancos se impregnan de ellos. También los consultorios y hasta los pasillos se ven seriamente afectados y, eso no es más que una de las tantas muestras de desidia en la que se encuentra sumergido el Hospital Central de Maracay.  Es fácilmente constatable que allí no huele a hospital limpio, sino a putrefacción, que de rompe, produce nauseas. Todo esto, evidentemente contamina el ambiente. Nada que ver con esos hospitales que vemos en el mundo entero, donde la iluminación hace brillar los pisos, pasillos y salas de hospitalizaciones.

Sumado a lo anterior, los pasillos del HCM son de terror. Allí son muchos los pacientes y trabajadores son víctimas de cualquier “juanito alimaña”, que amparado en la envolvente oscuridad, les ha robado sus teléfonos, dinero, medicinas y hasta la comida. Ese ambiente parece sacado de una escena de esas películas de terror. Confesamos que pocas veces nos provoca escribir sobre este tema, porque los problemas siempre son los mismo, solo que a diario se van agravando y los afectados persisten en reclamar a los gobernantes atención y solución de los problemas. Contra viento y marea, el Hospital Central de Maracay requiere con urgencia ayuda humanitaria. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que es centro asistencia está en “estado de coma”, pues se trata de una institución que aunque está viva, es incapaz de responder frente a las necesidades de la población; es una institución que presenta múltiples complicaciones. Esta gravemente enferma en medio de una fulana revolución que siempre niega la verdad.

Para graficar lo que allí ocurre, un grupo de empleados nos han escrito: “Señor periodista José Rafael Ramírez, le notificamos que aquí en el flamante Hospital Central de Maracay los pacientes siguen pasando las de Caín, sin ni siquiera calmantes para aliviar sus terribles dolores. Recientemente un paciente diabético fue excluido en reiteradas oportunidades por hiperglucemia… y cómo no va a ser afectado por esa hiperglucemia, si pasa en ayunas hasta cinco días seguidos, esperando atención.

Amigo periodista, le informamos que el Gobernador Rodolfo Clemente Marco Torres ordenó cerrar todos los kioscos, y eliminar la ayuda alimenticia que suministraban los hermanos Cristiano, que mediante una extraordinaria labor social, proporcionaban alimentos a familiares y pacientes del hospital (sopa, arepas rellenas, frutas, etc.), en vista que la alimentación aquí es malísima. Ellos hacen esa obra de caridad, pero ahora eso aquí es terminantemente prohibido. Frente a esta arbitrariedad, ellos se instalaron en el puentecito, donde continúan con su obra.

Señor periodista, le ofrecemos disculpas por las múltiples quejas que le hacemos, pero es que alguien tiene que hacer algo por estas almas que viven su calvario en este, el principal centro hospitalario del estado Aragua. Alguien tiene que desenmascara a eso funcionarios tan mentirosos que quieren hacer ver que aquí todo funciona bien. Mentira, nada estña bien. Por favor no meta estas quejas en su baúl, publíquelas. A usted que lo leen, dígale al mundo que aquí el sistema de salud está colapsado. Le señalamos algunos de los:

Problemas fundamentales del HCM

 

1.- FALTA DE AGUA: Durante muchas semanas los cuidadores de pacientes tienen que bajar por las escaleras (los ascensores no funcionan) a planta baja a buscar agua, para poder atenderlos y medio brindarles el aseo personal.

2.- Nunca hay material de limpieza para realizar los barridos de asepsia  en las habitaciones de este, el principal centro hospitalario del estado Aragua. Existen patologías: Cáncer, tuberculosis, HIV, post operatorios, que se convierten en altamente riesgosas debido a que el HCM está invadido de cucarachas, chiripas, ratones, moscas, etc. Muchos son los familiares que hacen grandes sacrificios para traer materiales de limpieza y realizar este trabajo aquí en el hospital.

3.- La falta de iluminación es terrible. En los pasillos, en los sitios de enfermería, en las habitaciones no hay iluminación, debido a que la mayoría de bombillos están quemados. Muchas veces se les impone a los familiares de los pacientes la compra de bombillos para que se pueda hacer el trabajo de la administración de medicamentos en el turno de la noche. Además esta problemática la agrava la inseguridad que reina en este hospital. Aquí el personal de guardia constantemente es víctima de robos de sus celulares y de dinero, además de agresiones, porque bajo semejante oscuridad no hay un estricto control en el sistema de vigilancia. Muchas personas han sido atracadas y agredidas en el interior de los oscuros pasillos del hospital. De terror.

 

4.- De los 5 ascensores solo funciona uno para subir y bajar a los pacientes y a la visita, pero además en el se baja la basura y hasta los cadáveres de los pacientes fallecidos.

5.- El deterioro en los cuartos de reposo del personal es impresionante. Filtraciones,  sin iluminación, con colchones viejísimos y sucios; los aires acondicionados sin mantenimiento. Hay un solo cuarto de reposo para el personal que trabaja en horas nocturnas, y el mismo está en condiciones súper deplorables.

6.- No se cumple con un solo programa de alimentación adecuado a los pacientes, lo que dificulta la recuperación de los pacientes, por ejemplo, los diabéticos, a los cuales no se les puede cumplir la dieta que le ordenan los médicos. En la mañana a los pacientes se les da atol, el mediodía caraota con pasta y en la cena otra vez atol.

7.- No hay manómetros buenos, ni bombonas de oxigeno llena.

8.- Se le pide a los familiares de los pacientes una lista larga y costosos materiales: gasas, alcohol, guantes, lápiz electrocauterio, anestesia, inyectadoras, medicinas, etc.

9.- En el hospital no hay reactivos para realizar los exámenes de rutina, lo que afecta enormemente a la población de escasos recursos, a la que se le exige ir a las clínicas o laboratorios privados a hacer los exámenes.

10.- Los laboratorios de bacteriología en igual o peores condiciones.

11.- Quirófanos: mayormente contaminados, al igual que las áreas criticas, como la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), Maternidad, Recuperación, etc. Donde no se cuenta con insumos mínimos para realizar el trabajo.

12.- Finalmente nos preguntamos: ¿Dónde han ido a parar las lámparas de quirófano, los laringoscopios, etc.? ¿Quién se los robó?”

 

José Rafael Ramírez
Periodista, CNP 3.141

 

 

 

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