Hoy, el 2 de noviembre la Asamblea General de la ONU eligió esta fecha como el “Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas”, en conmemoración del asesinato de dos periodistas franceses en Mali, en el año 2013.
La Asamblea General aprobó su primera resolución relativa a la seguridad de los periodistas y cuestión de la impunidad (A/RES/68/163, ), en la que condena todo tipo de ataques contra los trabajadores de los medios de comunicación.
La UNESCO, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de DDHH, en alianza con 19 organizaciones de todo el mundo, especializadas en temas de libertad de expresión y derechos humanos, han unido esfuerzos para abordar en una conferencia internacional el tema de la impunidad de crímenes contra periodistas y comunicadores en el mundo, justamente el día de hoy.
Es pública y notoria, la persecución de los que ejercemos este oficio, aquí en Venezuela, por parte del régimen chavista y madurista a través de los tribunales de justicia, la policía política y nacional, los “comunicadores populares”, y los paramilitares armados llamados “colectivos”, “delictivos”, quienes secuestran, agreden, insultan, maltratan, decomisan material, amenazan, difaman y todo por malinterpretar la denuncia de lo incorrecto, del delito, la corrupción; por nuestra parte cumpliendo con nuestro deber… como un ataque al régimen, por lo que piensan que hay que castigarnos.
Y soy testigo en mi propio caso y en el caso de mis dos hermanos colegas, Eréndira y Raúl, que éstas agresiones, no son investigadas y mucho menos castigadas.
En mi caso, hice debida denuncia por ante la FGR y en CIDDHH de una golpiza y robo de nuestras propiedades, por parte de un grupo de motorizados y disparos con un fusil de asalto, frente al mercado de Guaicaipuro por parte del entonces jefe de los motorizados de Lina Ron, Arquímides Franco, en el año 2002 .
A pesar de que mi jefa, Luzmelly Reyes me pidió que escribiera la nota, en la edición del diario “Ultimas Noticias”, donde trabajaba no fue publicada, es decir para el director del periódico, Eleazar Díaz Rangel ésta agresión a una de sus periodistas, mujer además, no merecía ser informada, ¿Así o más impune? El país se enteró porque al día siguiente, Napolén Bravo me entrevistó en su programa de Venevisión, hinchada, casi desfigurada.
Tres años más tarde, a manos de sus propios compañeros revolucionarios, la justicia divina tomó partido, a balazos y a traición, por la espalda… pero la de los humanos no hizo nada por investigar las agresiones de que fui víctima, ni de la muerte de mi victimario.
Hoy, cuando decidí participar en política por fuera de la MUD he sido nuevamente agredida, esta vez por los jefes de la “oposición”… acusada, sin nombrarme por quien he considerado mi amigo y colega, de estar pagada por el gobierno nacional… si, ese mismo que ha ordenado las agresiones, golpizas, disparos, llamadas infamantes, que nos dejó sin trabajo, ¡Qué paradoja! Nos agreden en una clara violencia de género, penada por la Ley… dándo la impresión de que el gobierno nos sobornó, adicionando señalarnos como “divisionistas de la Unidad”.
A nivel mundial refleja las agresiones a los colegas periodistas y la impunidad hacia sus victimarios, denotan casi un estado de guerra, pues ha sido registrado que más de 700 colegas han sido asesinados, en la ultima década.
Otros miles en Venezuela y fuera de ella, hemos sido amenazados, golpeados, maltratados, espiados, difamados, grabados ilegalmente… nuestras familias han sido perseguidas, acechadas, o nos han dejado sin trabajo.
Según la UNESCO 593 asesinatos de periodistas condenados entre 2006 y 2013. El 94% de los periodistas asesinados eran trabajadores locales, los corresponsales extranjeros representaron un 6%, De los periodistas asesinados, el 94% eran hombres, Menos del 6% de los 593 casos han sido resueltos. El 41% de los periodistas asesinados trabajaba para un medio impreso.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sonó este martes la alarma por el deterioro de las condiciones de los periodistas en América Latina, donde aumentan los asesinatos de reporteros y se expande una “corriente censuradora” por casi todos los países sin excepción.
Desde muertes violentas en Brasil, México y Guatemala, agresiones en Bolivia, Argentina y Venezuela, o una preocupante concentración de medios por grupos paragubernamentales en Paraguay y Nicaragua, la SIP dibujó un complicado panorama para los periodistas en las conclusiones de su 71º Asamblea General realizada en Charleston, sureste de Estados Unidos.
Saludamos a los organismos internacionales que señalan la impunidad de los perpetradores de agresiones y muerte a los periodistas, exigimos que los gobiernos y este régimen neototalitario cumpla con la investigación y el castigo en justicia, nunca en venganza de quienes criminalmente castigan al mensajero, a nosotros los periodistas, atentamente,
Lic. Berenice Gómez Velásquez
Caracas, 2 de noviembre de 2015
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