Aunque se espera el cambio… El Comisionado Jefe Guerrero Urbina continua la historia.

Foto: Comisionado Jefe Guerrero Urbina

Cuando el pueblo aragüeño tenía la impresión de que al fin iban a restituir la ética en la policía de Aragua, cuestión que además es aclamada por los verdaderos funcionarios responsables y honestos, nos damos cuenta de que estamos en un acertijo sin salida, rodeados de abusos incluso de parte de quienes aspiran llegar a ser los jefes de estado.  Atrás quedo la añoranza de aquellos funcionarios que se criaron con los valores de la vieja escuela y con un piso totalmente sólido y es que aunque hemos pedido en innumerables ocasiones el saneamiento de la Policía Bolivariana de Aragua y hemos recibido a su vez denuncia de cientos de funcionados cansados del hostigamiento y los abusos de jefes inmorales que “Según” se encargan de nuestra seguridad, siguen creciendo los atropellos en dicho cuerpo policial.

 La violencia de género es una forma inaceptable que destruye vidas y comunidades. Es una vergüenza que un oficial de policía, quien ha sido contratado para proteger y servir a la comunidad, se involucra en este comportamiento vergonzoso, el hecho de que un policía haya usado este tipo de violencia o cualquier otro demuestra una falta de autocontrol y una falta de respeto en dicho cuerpo policial.

La violencia de género no es un problema privado; es un problema público que afecta a todos nosotros lamentablemente, aunque la policía tiene la responsabilidad de proteger y servir a la comunidad, en demasiadas ocasiones, los funcionarios no cumplen con los estándares éticos a los que se espera que se adhieran. Desafortunadamente, la falta de ética en la policía se ha vuelto demasiado común en nuestra sociedad.

Desde la brutalidad policial hasta la corrupción y la discriminación, la falta de ética en la policía tiene graves consecuencias para las comunidades y socava la confianza en las instituciones, en esta oportunidad tenemos el caso del COMISIONADO JEFE GUERRERO URBINA, quien actualmente tiene en curso una denuncia por violencia de género interpuesta por la Licda. Aura Estela Rojas, (Directora del servicio de policía comunal Aragua) quien ha tenido que soportar durante un tiempo considerable los maltratos y vejámenes de parte de este funcionario, quien en reiteradas ocasiones ha llegado a ofenderla públicamente y a exigirle que deje su puesto si no hace lo que a él se le venga en gana.

Esta funcionaria se ha visto en la necesidad de denunciar ante la fiscalía 25 del Ministerio Público de Aragua, ya que ha sido víctima de acoso y violencia de género, pero ahí no termina el nivel de inmoralidad, este funcionario puesto que también fue denunciado en la ICAP EXP 0115-2022, pero resulta ser que el comisionado Jefe Loreto Víctor es ahijado de religión de JOSE GUERRERO URBINA  (El denunciado) y gracias a eso se logró que engavetaran su caso.

Foto: Comisionado Jefe Loreto

El hecho de que un funcionario oculte o manipule un caso en beneficio de un familiar, Amigo o “Ahijado” es una flagrante violación de la ética y la integridad profesional. La corrupción en cualquier forma no puede ser tolerada, especialmente cuando se trata de una figura encargada de proteger a la sociedad y administrar justicia, esta acción no solo afecta el resultado de un caso particular, sino que también erosiona la confianza en el sistema de justicia, dejando además graves consecuencias para las víctimas de los delitos y para la sociedad en su conjunto.

El discurso continuo de estos comisionados suele ser “Es hora de tomar medidas para asegurar que la policía cumpla con los estándares éticos y proteja a la comunidad de manera justa y profesional. La falta de ética en la policía no se puede tolerar y debemos trabajar juntos para lograr un cambio real”.  Sin embargo, traen en sus espaldas el lado oscuro donde intoxican y causan daño a la sociedad.

No entendemos cómo es posible que hay policías que son obligados a hacer contribuciones de su sueldo para generar mayores ingresos en empresas privadas de los compadres de sus superiores, como en el caso específico de cierta funeraria donde se obligó a cada funcionario del cuerpo policial a pagar un seguro solo para llenarle los bolsillos a los altos mandos por comisión. Esto orquestado por la directora de recursos humanos COMISIONADA AGREGADA  ROSSANA DE POL, sin autorización de los funcionarios.

Como constancia de los hechos que aquí se narran tenemos la apertura de la investigación por parte de VISIPOL, acompañadas de las cartas de más de un funcionario exigiendo el regreso de su dinero.

Este tipo de prácticas pone a los policías en una posición difícil, ya que se ven obligados a elegir entre cumplir con sus deberes éticos y sus responsabilidades financieras, lo que lleva a crear una cultura de corrupción en la que los policías sienten que tienen que comprometer sus valores éticos para sobrevivir en su trabajo.

En resumen, los policías que son obligados a hacer contribuciones de su sueldo para generar ingresos en empresas privadas de sus superiores están comprometiendo la integridad de la institución de la policía y la confianza de la comunidad en ella. Es necesario tomar medidas para prevenir y abordar estas prácticas inapropiadas y fomentar una cultura de integridad y ética en la policía, es importante que se investiguen y aborden estas prácticas inapropiadas, y que se tomen medidas para prevenir que vuelvan a suceder. Esto también debería incluir la implementación de medidas internas de control y transparencia, la rendición de cuentas y la aplicación de sanciones y medidas disciplinarias a aquellos involucrados en actos corruptos.

Dorelys Ramírez 

Periodista 

C.N.P 25.825 

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