Carlos Rodríguez Citraro y su esposa Caridad de los Ángeles Naranjo de Rodríguez denuncian que Banesco, Banco Universal los calificó de “estafadores”, como se los hizo saber una de las asesoras de negocios de esa entidad bancaria. “Somos personas de edad y tenemos en esta institución una trayectoria impecable de 36 años (1983) desde que se llamaba Banco Unión; y además con todos sus productos, crédito, debito, ahorro y corriente”
Carlos Rodríguez Citraro y su esposa Caridad de los Ángeles Naranjo de Rodríguez son personas mayores, muy trabajadoras, honestas, responsables y buenos ciudadanos. Durante años han sido clientes del Banco Banesco, titulares de la cuenta corriente N° 0134-0154-371541020905. Recientemente han sido víctimas de un robo descarado de su dinero, por parte del mismo banco. Veamos la narrativa que hicieron ante la Gerencia de Seguridad, Banesco, Banco Universal: “En el mes de agosto de 2018 viajamos a la ciudad de Miami, en los Estados Unidos, donde residen nuestros hijos y nietos, y llevamos con nosotros una prenda Cartier (pulsera de oro de 24 gramos, con un costo aproximado en el mercado de unos 3 mil 500 dólares), con la intención de negociarla, debido a la difícil situación económica por la que atravesamos, como muchos en el país. Esa joya, propiedad de Caridad de los Ángeles Naranjo de Rodríguez, producto de un regalo que hace 40 años le hizo su esposo, Carlos Rodríguez Citraro. Esa negociación no pudimos concretarla en los 20 días que permanecimos en suelo norteamericano; por lo que decidimos dejarle la prenda a nuestro hijo Carlos Alberto, para que fuera él quién negociara a un precio mínimo, exigido por nosotros, de 2 mil dólares. El día 22 de diciembre de 2018 nuestro hijo nos informó del interés manifiesto de Gabriel Gil en la joya y, que estaba dispuesto a pagarnos en bolívares soberanos; condición que aceptamos. Fue así como al día siguiente, es decir el 23/12/2018, nos hicieron una transferencia proveniente de la cuenta N° 0174-0131-931314040906 de BlanPlus, a nombre de Soluciones Wyn. C.A, por la cantidad de BsS 1.570.00,00. Quedó así consolidada la negociación pactada. Ya con el dinero en nuestra cuenta, procedimos a honrar un compromiso comercial con ECOmetales de América S.A por un monto de BsS 1.400.000,00; por cierto, cliente de Banesco. Como este banco no dispone de chequeras y tampoco se nos permitió comprar un cheque de gerencia, procedimos a pagar vía transferencia electrónica, pero como el banco tiene un límite diario para las transferencias de BsS 250 mil; procedimos a hacer los pagos vía transferencia. Logramos hacer cinco (05) operaciones que totalizaron 1.250.000,00 (anexamos copia de la factura cancelada), la última, de BsS 150.000,00 para terminar de adquirir la mercancía, no pudimos hacerla, puesto a que allí, vino el bloqueo de nuestra cuenta, lo que nos ha causado un daño económico y moral, puesto que le quedamos mal a la empresa ECOmetales de América S.A. A esto se le sumó el desagradable incidente en el Supermercado Líder (El Limón Maracay) donde acudimos hacer un mercado, el cual tuvo que quedar entrampado en el carrito, porque cuando intentamos cancelar con la tarjeta de debito N° 6012 8861 9633 8482, esta apareció rechazada con un código interno N° 05. Lo mismo nos pasó en la Farmacia, donde intentamos adquirir unos medicamentos para la hipertensión de la cual padecemos. Señores de la Gerencia de Seguridad Banesco, Banco Universal, queremos resaltarles que NO SOMOS ESTAFADORES, como nos hizo saber una de las asesoras de negocios de esa entidad bancaria; y además, les solicitamos respeto y consideración. Somos personas de edad y tenemos en esta institución una trayectoria impecable de 36 años (1983) desde que se llamaba Banco Unión; y además con todos sus productos, crédito, debito, ahorro y corriente.”
Visto lo antes expuesto, Carlos Rodríguez Citraro nos informa que fue el lunes 17 de febrero de 2019, cuando se enteran de tener inactiva la cuenta y congelado el dinero en ella depositado. Ante nuestro reclamo, el gerente de Banesco, Agencia Los Aviadores, Pedro González, nos informó que nuestra cuenta la habían dejado en cero, es decir, nos sustrajeron nuestro dinero, es decir, nos robaron y, peor aún, a nuestra hija Andreína Rodríguez Naranjo le bloquearon su cuenta de ahorro, impidiéndole retirar su dinero. Solo está activa para recibir no para retirar o disponer de su dinero. Lo que verdaderamente es insólito, es que a terceros titulares de las cuentas Banesco les impiden depositar o transferir dinero a las cuentas mías y de mi esposa, apareciendo una nota: “Cuenta no permitida”. Cuando se lo planteamos al gerente Pedro González este nos dijo que eso no podía ser, al menos que el que intentaba depositar o transferir habría colocado el número equivocado de la cuenta. Le mostramos captures de dos personas, donde aparece correctamente y bien identificado el numero de la cuenta. Ante nuestro insistente reclamo, no supo darnos ninguna otra explicación. Debemos afirmar que este gerente Pedro González demostró no tener idea alguna de cómo manejar esta situación y menos deseos de ayudar a resolver este vergonzoso caso que tanto nos afectas, pero eso sí, nos pidió que no armáramos un escándalo público, argumentando que eso lo perjudicaría a él y a la institución bancaria.
Los esposos Rodríguez Naranjo insistieron: “Queremos dejar constancia que este robo que ha perpetrado Banesco contra nosotros, no solo lo estamos denunciando hoy por este medio, sino que el viernes 11 de enero lo hicimos oficialmente ante el propio Banco Banesco, y además, el día lunes 18 de febrero pasado, nos reunimos con el gerente de seguridad, señor Oropeza, en la Torre Banesco en la avenida principal de Las Delicias en Maracay. Ese mismo día formalizamos una denuncia por ante la Brigada Contra la Delincuencia Organizada del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).
Finalmente, frente al grave problema que los afecta y los ha expuesto al bochorno y desprecio público, le hacen un llamado a Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco, a fin de que ordene lo más pronto posible la solución al problema planteado y les restituyan su dinero, con la respectiva indexación monetaria, puesto a que hoy ese dinero no tiene el valor, que tenía para la fecha del despojo; y la correspondiente indemnización por el daño moral que les han causado.
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