
Foto: Ing. Manuel Capriles
Con profunda tristeza y con el corazón enlutado, nos vemos en la dolorosa obligación de anunciar el fallecimiento del ingeniero Manuel Ernesto Capriles Hernández. Su partida representa una pérdida irreparable para el periodismo aragüeño y deja un vacío en el alma de todos aquellos que tuvimos el honor de conocerlo y trabajar a su lado.
Fue mucho más que un editor y director del Diario El Siglo en Aragua. Fue un hombre visionario, un pensador excepcional y un ser humano dotado de talento y sensibilidad. Sus palabras siempre fueron un bálsamo para el alma y una guía en los momentos más oscuros.
La noticia de su fallecimiento ha dejado a todos aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlo sumidos en un profundo dolor. Manuel fue un faro de conocimiento y un maestro para generaciones de periodistas. Su voz resonaba con una autoridad indiscutible y su presencia imponente siempre se distinguía en cualquier ambiente.
Con su pluma maestra, Manuel supo capturar la esencia de aquellos que cruzaron su camino, y así transmitió su grandeza en cada línea. Sus palabras conmovedoras siempre llegaron al corazón, recordándonos la importancia de honrar los legados y de continuar caminando con valentía y determinación.
Rodeado de su amada esposa María Luisa Páez de Capriles y de sus hijos Manuel, Teo y Kaloni Capriles Páez, Manuel Ernesto Capriles Hernández partió de este mundo en Suecia, dejando tras de sí un legado imborrable. Durante décadas, fue el guardián de la verdad en el Diario El Siglo, un medio que bajo su dirección se convirtió en un referente de excelencia y objetividad en la región central.

Foto: Medio El Siglo
El ingeniero de profesión y editor de vocación, Manuel Ernesto Capriles Hernández se destacó por su capacidad para enfrentar cualquier desafío. Contra viento y marea, levantó las banderas del periodismo independiente y de calidad, creando un espacio donde periodistas de diversas corrientes políticas podían coexistir en armonía y ejercer su labor sin restricciones.
Su liderazgo y dedicación fueron invaluables para el Diario El Siglo y para todos los periodistas que tuvieron el privilegio de trabajar bajo su tutela. Manuel nos guió con sabiduría, compartiendo sus conocimientos y experiencias, y fomentando en nosotros la pasión por la verdad y la integridad profesional.
Manuel Ernesto Capriles Hernández deja un vacío imposible de llenar. Su personalidad recia, su poderosa voz de mando y su alto nivel intelectual lo situaban siempre varios peldaños por encima del resto. Su ausencia se siente como un eco ensordecedor, recordándonos la grandeza y la falta que nos hará.
