En Aragua la Justicia se cotiza por metros… y se cobra en dólares, pagados por el mejor postor

*** En este estado “más vale un centímetro de juez

que un kilometro de justicia”, como reza un viejo dicho

La historia que vamos a contar es una de esas cosas que tienen sumida a la judicatura venezolana en un gran desastre, y que contribuye a acabar con toda posibilidad de credibilidad en las instituciones y, es que ni siquiera se trata de corruptela política o de líneas partidistas, sino de actuaciones de individuos que, al hacerse de un cargo se desatan en una vorágine de ambiciones económicas, que satisfacen a la vista de un pueblo que padece de toda clase de necesidades. Nada más patético que ver a niños y ancianos comiendo basura, o sufriendo por falta de medicamentos, mientras a su lado pasan raudos lujosas caravanas de caros automóviles escoltados por motos de alta cilindrada que van y vienen de cobrar coimas por prostituir la justicia.

No todos quienes trabajan en el poder judicial son iguales, pero sujetos como los protagonistas de la historia que se les pone a continuación dan la imagen que sí, que todos son iguales a ellos.

Aquí vamos:

Cinthia María Rosa de los Santos Meza Cedeño (35), C.I N° 16.484.388; y Neomar Argenis Narváez Cabrera (42), C.I N° 12.904.994 son esposos. Llegaron a Maracay, capital del estado Aragua, en un vehículo popular de manufactura china modelo Chery Orinoco, detalle que se apreciaba como símbolo de una situación económica, para nada holgada. Hoy disponen de una flota de lujosas camionetas último modelo, con lo que se confirma la sentencia de aquel refrán según el cual “hay tres cosas que no se pueden ocultar: el humo, la tos y el dinero.”

El arribo de este matrimonio a la Ciudad Jardín de Venezuela fue motivado a que ella fue seleccionada para sustituir en la Presidencia del Circuito Judicial Penal del estado Aragua a otro bandido: Danilo José Jaimes Rivas. Para el momento de la designación de Cinthia Meza como jefe judicial de Aragua había poca información sobre ella y de su pareja. Solo se sabía que venía de ser la Presidenta del Circuito Judicial Penal del estado Apure. Con los meses y, a raíz de que ambos comenzaron a consolidar lo que hoy se conoce como una de las mafias más reconocidas del Poder Judicial venezolano; solo a partir de alli las informaciones sobre ellos comenzaron a fluir con abundancia.

Hoy se sabe que Cinthia Meza Cedeño es egresada de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Que fue Secretaria en el Circuito Penal de Caracas. Luego jueza del Tribunal Primero de Ejecución en materia de Responsabilidad Penal del Adolescente de la Circunscripción Judicial en San Fernando de Apure; También fue fiscal 17 del Ministerio Publico del Estado Apure; luego presidenta del Circuito Penal en ese estado; y, por último ejerce el mismo cargo, pero en Aragua. Sobre Neomar Narváez, su marido, podemos informar que fue Juez 15 de Control de Caracas y que lo destituyeron al comprobarse que era integrante del grupo mafioso que instaló en la capital, el defenestrado y hoy prófugo, ex presidente de la Sala penal del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte. Estos son los personajes protagonistas de esta historia.

Caso de las ladronas de la Gobernación

Según nuestras fuentes acreditadas en el Palacio de Justicia de Aragua donde se ventila en el caso de Sinamay Linares, secretaria de Hacienda y su hija Omaira Cabrera Linares; a quienes se le imputa responsabilidad en el robo de 15 mil 986 millones 545 mil 806 de bolívares a Gobernación del estado Aragua, hubo una confabulación entre la presidenta del Circuito Penal del estado Aragua, abogada Cinthia María Rosa de los Santos Meza Cedeño, su esposo, el también abogado y ex juez de Caracas Neomar Argenis Narváez Cabrera; el juez Carlos Arturo Camacaro Ojeda, del Tribunal Cuarto de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Aragua, amigo intimo de Cinthia Meza y otorgante de la medida a favor de las desfalcadoras y los fiscales del caso. En el reparto igual aparece, un rico “abogado”, del que solo sabemos es de apellido Osorio, armador de componendas, como ésta que hemos señalado, para poner en la calles al par de ladronas del erario público, como en efecto ocurrió. Nos aseguran que la maniobra judicial tuvo un alto costo que fue cancelado en dólares. Cada uno de estos personajes deberá ser llamado a declarar, para que expliquen con lujo de detalles lo ocurrido en este caso.

Todos los negocios son en dólares

Desde hace cierto tiempo hemos recibido abundante información sobre cómo opera la mafia judicial en el estado Aragua. Es realmente preocupante el grado de corrupción en el que se encuentra sumido el Circuito Judicial Penal del estado Aragua. Es notorio igualmente, el comentario que advierte la irregular situación derivada de las relaciones íntimas entre jueces y juezas, hecho reconocido y que resulta vox populi en los pasillos del Palacio de ¿Justicia o del dólar? del estado Aragua.

Por los dichos de muchos empleados de ese Palacio, que conforman la legión de nuestras fuentes, lo que tenemos en Aragua es un poder judicial que ha devenido en un mercado negro donde se compran decisiones, se avalan impunidades, eventos todos que solo funciona para castigar a la gente del noble pueblo de Aragua.

Una historia particular

El 01 de noviembre de 2017 el abogado Neomar Argenis Narváez Cabrera se presentó a una concesionaria de vehículos ubicada en la Intercomunal Maracay-Turmero. Habló con el propietario de la misma, un señor de apellido Díaz a quién le dijo que su esposa, Cinthia Meza que es la presidenta del Circuito Judicial Penal, estaba de cumpleaños y que él quería regarle un vehículo. Fue así como convenció al señor Díaz de que le entregara un Toyota Camry “0” kilómetros. La negociación fue pactada en un equivalente a 37 mil dólares, pagaderos en un mes, según la promesa del comprador.

El esposo de la flamante jefa judicial recibió el auto y hasta un lazo le colocó, para hacer más impresionante el regalo. Ese día hubo en la celebración whisky, vino, champaña y una comilona que alguien pagó. El caso fue que pasó un mes…y nada del pago del vehículo.

Así se alargó el tiempo y ya para cumplirse el año, el vendedor llamó al insolvente abogado para reclamarle que no había honrado su palabra. ¡Ya te resuelvo!, le dijo Neomar Narváez al señor Díaz.

El ya resuelvo fue que la señora Cinthia se presentó a la concesionaria de vehículos escoltada en motos por funcionarios judiciales y sorpresivamente, en vez de llegar con el dinero pautado en la negociación, lo que hizo fue decirle al señor Díaz: Allí tiene su vehículo… cuyo odómetro digital marcaba más 20 mil kilómetros. Así actúan esos señores, abusando de ese poder.

Integrantes de la mafia Cinthia & Neomar

En las lides judiciales todos coinciden en que Neomar Narváez es quien hace los negocios y es su esposa Cinthia Meza es quién entrega la mercancía, envuelta en sentencias, libertades y medidas cautélales cargadas de impunidad. Como integrantes de esta mafia aparecen varios nombres, entre ellos: Cinthia Meza Cedeño (la cabecilla), Neomar Narváez Cabrera (lugarteniente de la cabecilla), Carlos Arturo Camacaro Ojeda (amigo intimo de la cabecilla y ejecutor de corruptas decisiones).

En este combo también aparece la esposa de un magistrado del TSJ que proviene del estado Apure. Todos estos sujetos cuadran sus guisos en parrilladas y francachelas que montan en la residencia del tal abogado Osorio (de quién hasta ahora no sabemos sus nombres y apellidos completo); y a las que asisten Cinthia, Neomar y todos los familiares de estos que trabajan en el Poder Judicial de Aragua, es decir, que laboran en el palacio del dólar que funciona en Maracay.

El encargado de cobrar las divisas es un sujeto sin oficio conocido que responde al nombre de Carlos Vivas, quién es sobrino político del constituyentista Pedro Carreño, según nuestros informantes. Todo este mismo combo es visto consuetudinariamente en los lujosos restaurantes del norte de la ciudad, especialmente los que funcionan en el Circulo Militar, donde el consumo de comida en platos de lujo y exquisitas bebida, dista mucho de la situación económica que los agobiaba, cuando llegaron a Maracay en el carrito chino. Evidentemente que la justicia los sacó de la pobreza, por lo que podríamos concluir que en Aragua “más vale un centímetro de juez que un kilometro de justicia”, como reza el viejo dicho….

The story will be continue

 

José Rafael Ramírez
Periodista, CNP 3.141

 

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