Mafia árabe controla comercio de alimentos en población llanera

*** En Calabozo, estado Guárico, sostienen que sirios y libaneses han constituido la “mafia árabe”, que está dedicada a agredir a los criollos y a  lavar dólares en cantidades inimaginables. Muchos de ellos venden los productos Polar y otros a precios de costo e incluso por debajo de estos, lo que ha ocasionado la quiebra de muchos pequeños abastos y bodegas de venezolanos, que no pueden competir con semejantes capitales

 

Calabozo, municipio Francisco de Miranda del estado Guárico está atiborrado de árabes. Unos buenos, otros regulares y unos muy malos, perversos. Estos últimos afectan el prestigio de los primeros, porque a la hora de la valoración, la comunidad por lo general no individualiza, sino que generaliza y se refiere a “esos árabes” de manera despectiva.

Allí la mayoría de ellos son sirios y libaneses que han logrado controlar la actividad comercial en esa población llanera, al extremo que muchos, sostienen que se han constituido en lo que denominan la “mafia árabe”, a quién señalan de estar dedicada a lavar dólares en cantidades inimaginables. Esto debido a que muchos venden, por ejemplo, los productos Polar a precios de costo e incluso por debajo de estos, lo que ha ocasionado la quiebra de muchos pequeños abastos y bodegas de venezolanos, que no pueden competir con semejantes capitales; además de que esa mafia amenaza a los mayoristas, cuando se atreven a despacharles mercancía a los criollos. Realmente es una situación que se ha venido tornando intolerable y peligrosa por la voracidad y violencia con la que actúan algunos miembros de ese grupo de asiático en contra de los venezolanos.

Aquí vemos los galpones del Supermercado Dubai abarrotada de mercancía

Uno de los que más se destaca en esa actitud contra los venezolanos es el sirio Ammar Al Bahri y un hermano de este, quienes según la misma comunidad árabe, están en Venezuela en condición de “refugiados”, pero a pesar de ello, son propietarios de varios negocios, entre ellos el gran Supermercado Dubai, donde cada noche descargan gandolas y gandolas cargadas de alimentos y otro tipo de mercancía. Es tanto lo que venden esos sirios en ese comercio, que tiene instaladas unas 12 cajas registradoras para atender al público, pero a casi nadie le dan recibo de la mercancía que venden, lo que evidentemente constituye una evasión fiscal, además de que extrañamente no aparecen como agentes de retención del Seniat, organismo del Estado que, según ellos mismo dicen, controlan como les da la gana, lo que evidentemente debe ser investigado. ¿Será que un venezolano recién llegado a Siria, al Líbano o a cualquier otro país árabe puede crear empresas y con ellas padrotear a los ciudadanos de esos países?

Ammar Al Bahri y Yanet Ilbe Aziz, quieren invadir y apropiarse “a trocha y mocha” de todo el edificio «El Motero»

Ammar Al Bahri agredió a una venezolana

Casi finalizando el año 2020, concretamente el día 28 de diciembre, ocurrió un incidente en el edificio “El Motero”, ubicado en la Carreta 12 entre calles 11 y 12 del casco central de Calabozo, estado Guárico, donde los árabes Ammar Al Bahri y Yanet Ilbe Aziz, con la participación  de sus familiares y empleados, arremetieron contra una de las propietarias de éste edificio y sin escrúpulo alguno utilizaron a una fiscal y a funcionarios del CICPC para allanar sin orden judicial el hogar de los venezolanos López-Motta y meter preso al comerciante Armando López, esposo de la doctora Mirla Carolina Motta Crespo, copropietaria de la mencionada edificación. Lo sorprendente es que cuando se produjo el incidente López no se encontraba en el sitio.

Como se observa en esta grafica, esta es la parte interna del edificio El Motero, donde está la residencia de la familia López-Motta. Allí está la escalera por donde el sirios se metió en propiedad ajena y agredió a la doctora Motta Crespo

La cayapa de los sirios contra la doctora Motta Crespo tiene su origen, en la pretensión de Ammar Al Bahri y Yanet Ilbe Aziz, de apropiarse “a trocha y mocha” de todo el  edificio, contando para ello, según ellos mismos dicen, con el apoyo del gobernador del estado José Vásquez y del alcalde del municipio Francisco de Miranda, Francisco Graterol,  quién según la Ilbe Aziz le va a prestar una maquina pesada para demoler el edificio “El Motero”, construido por el honorable comerciante Calaboceño, Don Medardo Motta Mendoza (QEPD), hoy propiedad de su viuda e hijas.

Ammar Al Bahri y Yanet Ilbe Aziz pretenden apropiarse “a trocha y mocha” de todo este edificio

La doctora Carolina Motta Crespo le vendió a esos árabes-sirios un local y un apartamento de ese edificio, que por cierto aún no han terminado de cancelar. El apartamento tiene su entrada por la carrera 12, pero cuando pertenecía a la familia Motta Crespo, se le instaló una escalera interna, que no entró en la negociación y que debe ser desinstalada, para que los nuevos propietarios no tengan acceso a la parte interna de la edificación, es decir a la propiedad de la familia Motta Crespo. Estos sirios se oponen a que la doctora Carolina Motta retire su escalera de allí, porque pretenden invadir y adueñarse de toda la edificación. Es por eso que cuando la copropietaria de la edificación procedía a desinstalar su escalera, el sirio Ammar Al Bahri violentó la propiedad de la familia Motta Crespo y con unas 20 personas, entre obreros y familiares árabes, con unos palos (cabos de hachas) le cayeron a golpes al herrero y a los pintores contratados para el trabajo, y a la doctora Carolina Motta la agredió personal y salvajemente el propio sirio Ammar Al Bahri y un obrero de este, causándole  hematomas y heridas sobre su brazo izquierdo, tratando de obligarla a  bajarse de la escalera, a lo cual ella se resistió. La agredida denunció personalmente los hechos por ante la fiscalía 5ta a cargo de la abogada Yaremi Hernández. Allí le tomaron la declaración y hubo el respectivo examen médico forense y nada ocurrió. La Fiscal guardó silencio ante esta grave denuncia. La victima recalcó en la Fiscalía la brutal agresión por parte del sirio Ammar Al Bahri en su contra, pero no hubo acción ni interés alguno de actuar; por el contrario, la fiscal Hernández se prestó para avalar una simulación de hecho punible, inventándole al esposo de la denunciante, comerciante Armando López, un delito de violencia de género, cuando ese señor nunca se topó con la mujer del sirio, Yanet Ilbe Aziz, quien luego apareció como denunciante.

Pasada una semana, aún la doctora Carolina Motta Crespo, presenta, en esta parte visible de su cuerpo, los hematomas que le causó el sirio Ammar Al Bahri

Ammar Al Bahri, C.I N° E-84.569.551 y su mujer Yanet Ilbe Aziz, C.I N° V-25.851.523, se creen dueños y señores de esa ciudad llanera. Ellos controlan la comida que llega a esa tierra y abusan sin freno alguno, porque, según ellos mismo gritan a los cuatro vientos, tiene “rial pa tirar pal techo” y poder político de sobra, porque controlan desde el gobernador José Vásquez, el alcalde Francisco Graterol, al Ministerio Publico, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (CICPC) entre otros organismos del Estado.-

http://www.noticiasjr.com/por-denuncia-falsa-cicpc-allano-el-hogar-del-comerciante-armando-lopez-y-sin-orden-judicial-se-lo-llevo-preso/

La irregular actuación judicial

Estando en conocimiento de la injusticia que se cometía contra el comerciante venezolano Armando López, la representación Fiscal, haciéndose cómplice de esa simulación de hecho punible, procedió a presentarlo por ante el Tribunal Primero en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Guárico, extensión Calabozo, a cargo de la Juez, abogada Rita Antonia D´Alessio Rodríguez, quien sin tomar en consideración los argumentos del comerciante López y de su defensa, le dio su bendición a esa simulación de hecho punible, al dar como cierto lo presentado por la Fiscalía y todo para proteger al sirio Ammar Al Bahri, verdadero agresor de la verdadera victima, Carolina Motta Crespo. Esta juez de D´Alessio Rodríguez olvidó el principio según la cual “el deber fundamental del juez es siempre buscar la verdad” y procedió a imponerle un castigo al imputado, (“en oficio dirigido a instituto autónomo de la casa de la mujer de Calabozo que señaló: El tribunal acordó medida cautelar a favor de Armando López, imponiéndole como condición recibir dos charlas, alusivas sobre violencia de género. Por lo que debe informar a este juzgado una vez cumplidas las mismas”) cuando la verdad verdadera no es otra que, al comerciante Armando López le inventaron un delito de violencia de género, porque como se dice arriba, ese señor nunca se topó con Yanet Ilbe Aziz, mujer del sirio, quien luego apareció como denunciante; pero como su marido y ella misma gritan a los cuatro viento: “Controlamos el poder y tenemos “rial” para comprar lo que nos da la gana”. ¿Al gobernador, al alcalde, a los policías, fiscales y jueces, entre esas compras? ¡Habrase visto!

 

José Rafael Ramírez

Periodista, CNP 3.141

 

 

 

 

 

 

 

 

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