Ministerio Público en entredicho: Algunos fiscales deben ser investigados por extorsión

El Ministerio Público es un caos; por lo menos en Aragua lo es. Abundan las quejas en todos los sectores. ¿Qué pasa con esto?. La Constitución Bolivariana de 1999 otorgó al Ministerio Público las siguientes atribuciones:

1.- Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías de los ciudadanos.

2.- Garantizar la celeridad y buena marcha de la administración de justicia.

3.- Ordenar y dirigir la investigación penal.

4- Ejercer la acción penal.

5- Intentar las acciones para hacer efectiva la responsabilidad civil, laboral, militar, penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren incurrido los funcionarios públicos.

Veamos cuáles se cumplen:

1.- Los fiscales no garantizan nada en los procesos judiciales. En los de la jurisdicción civil (divorcios, menores, amparos, etc.,) son mirones de palo. Se les notifica por mandato legal, pero la mayoría de las veces ni van a los actos, y cuando van se limitan a firmar y jamás vuelven a aparecer.

2.- La celeridad menos la garantizan. Ni en los civiles, ni en los penales. Hay miles de causas engavetadas esperando trámite por meses y a veces por años.

3.- Las investigaciones penales que ordenan y dirigen son sólo aquellas que por alguna razón les interesan en lo personal y muchísimas veces es por divisas. La corrupción que antes campeaba en los tribunales penales se mudó a las oficinas de los fiscales.

4.- El ejercicio de la acción penal está directamente relacionado con el tradicional ¿Cuánto hay pa´ eso?

5.-En cuanto a responsabilidades civiles, administrativas, militares y penales, jamás hemos visto que una acción de esa naturaleza la hayan propuesto en ningún tribunal, a pesar de los miles de casos donde sería procedente.

Uno a uno hemos desgranado los incumplimientos de los fiscales de Aragua en la misión que les asigna la Constitución. Al final se impone preguntar: ¿Qué sentido tiene mantener esa costosa apariencia de que aquí tenemos Ministerio Público?

Hay excepciones, por supuesto, esforzados pero contados fiscales que atienden su trabajo, pero éstos se encuentran abarrotados, sobrecargados, y les resulta materialmente imposible llenar el vacío que dejan los otros, los vagos a quienes no les importa la gente, sólo se mueven por dinero.

 

Abundan los casos donde una buena parte de fiscales actúan bajo los postulados de una mafia. Conocemos de casos donde un denunciador de oficio actúa contra médicos, odontólogos, etc., a quienes acusan maliciosamente de mala praxis, es decir de actos realizados con supuesta negligencia, sin ser verdad; en mucho de estos casos, cuentan hasta con inescrupulosos médicos forenses que entran en el negocio extorsivo. Es en ese preciso momento donde entran en acción determinados fiscales a tratar de extorsionar al denunciado.

También se da el  caso que varios fiscales no atienden denuncias, cuando el señalado es algún personaje influyente, económicamente hablando. En otros casos se prestan para amedrentar a ciudadanos con acciones penales, cuando el caso es absolutamente civil, referidos al Derecho Inquilinario. En la mayoría de los casos que tienen que ver con la matraca, es decir las extorsiones, esos fiscales vagabundos arman sus procesos judiciales sobre la base de pruebas insuficientes o de pruebas fabricadas o tergiversadas. Para darse cuenta de esto no es necesaria una investigación profunda, sino un estudio somero de estos expedientes fabricados con fines extorsivos o complacientes. De esos tenemos varios en nuestros archivos.

            Mezquino sería no reconocer que el Fiscal General, Tarek William Saab, ha hecho gran un esfuerzo para tratar de acabar con la matraca en la fiscalía. El año pasado por esta fecha, informó en rueda de prensa que “el Ministerio Público ha procedido a la investigación de 176 fiscales por delitos de corrupción, de los cuales 49 han sido detenidos y 17 están condenados.” A pesar de esto, desde varios estados se reportan casos y casos que ameritan también la intervención de la Fiscalía General.

Es urgente una restauración del Ministerio Público en varias regiones del país, especialmente en Aragua. Que venga gente nueva, que se les supervise constantemente, que se les den las facilidades para trabajar decentemente para que se acabe la matraca y la prepotencia de los fiscales matraqueros.

 

…¡Te lo pedimos Señor!

 

José Rafael Ramírez

Periodista, CNP 3.141

 

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