“Lo que no se comunica, no existe”
Gabriel García Márquez
Víctor Bolívar, presidente de Nervicom C.A
Víctor Bolívar, presidente de la empresa de telecomunicaciones Nervicom C.A, mediante un extraño contrato por 800 dólares, y mal utilizando la concesión que le otorgó la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), convino con un hermano de Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “niño” Guerrero, para instalar un moderno sistema de Internet Satelital con datos Ilimitados a 100 Mb de velocidad, para zonas rurales, en el Centro Penitenciario de Aragua, mejor conocido como Tocorón, una prisión venezolana ubicada en la población de Tocorón, en el estado de Aragua.
Para comenzar a cumplir con ese contrato Víctor Bolívar dispuso expresamente y ordeno vía WhatsApp, que esos 800 dólares se los cancelaran en moneda de circulación nacional, pero que no se los depositaran en las cuentas de Nervicom C.A, sino que los transfirieran a una cuenta Banesco a nombre del Teniente (Aviación) ELISAUL REYES COLMENARES, C.I. N° 12.339.072, quién recibió tres transferencias de la siguiente manera: 1) Miércoles 02/06/2021, por UN MILLARDO de bolívares soberanos (1.000.000.000,00), según la referencia 11538376307; 2) El mismo día miércoles 02/06/2021, por UN MILLARDO de bolívares soberanos (1.000.000.000,00), según la referencia 11538376707; y, 3) Igualmente el miércoles 02/06/2021, por CIENTO CINCUENTA Y OCHO MILLONES CIEN MIL bolívares soberanos (158.100.000,00), según referencia 11538377152, para un gran total de DOS MILLARDOS CIENTO CIENCUENTA Y OCHO MILLONES CIEN MIL bolívares soberanos (2.158.100.000,00), más CIENTO DIEZ (110 $) dólares en efectivo entregados en el propio penal. De toda esta negoción tenían conocimiento todos los gerentes de Nervicom C.A.
Cuando los empleados a los que Víctor Bolívar asignó el trabajo, en el penal de Tocorón, una comisión del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la GNB (CONAS) los detuvo y echaron el cuento pormenorizadamente.
Orlando Utrera, Contralor del estado La Guaira, fue quien contactó a la gente de Nervicom
Resulta que en esta trama aparece también como figura estelar, Orlando Utrera, quién es nada menos y nada más que el Contralor del estado La Guaira. Este funcionario contacta a la gente de la empresa Nervicom C.A., ubicada en la Intercomunal Turmero – Maracay, estado Aragua, Edificio, Local 5, municipio Mariño y, les plantea que los pranes de Tocorón quieren Internet. Allí comienzan a buscar el nombre de quien aparecería en el contrato. Es cuando, el hermano del “Niño Guerrero” le envía la fotocopia de la cedula de Wilfran Alexis Gómez Luna, C.I.N° 17.366.417, con una nota donde dice: “esos son los datos que debe colocar en el contrato de servicio”. Por otra parte el Contralor de la Guaira, Orlando Utrera contacta nuevamente con Raúl Enrique Gutiérrez Moronta, en su sitio de trabajo y lo lleva al penal de Tocorón. Allí entran y Utrera se identifica como el abogado de Héctor “niño” Guerrero, con quien concretan el negocio. Al día siguiente Raúl Gutiérrez vuelve al penal en compañía de Jefferson Daniel Torres Hernández, técnico de campo e instalador de Nervicom C.A., y, quien era el responsable de levantar el estudio de factibilidad para la instalación del servicio de Internet. A todas esta los efectivos del CONAS, mediante un trabajo de investigación, tenía monitoreado todo lo que estaba ocurriendo con esa negociación, por lo que le echaron el guante a los operadores, entre ellos Freddy Alexis Haouara Ramos, C.I.N° 11.644.215 y Raúl Enrique Gutiérrez Moronta, a quienes pusieron a la orden del Ministerio Publico y este los presentó el día 13 de junio 2021, por ante el Tribunal Primero en funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Aragua, donde gracias a una común práctica corrupta, fueron liberados inmediatamente, mediante una medida cautelar. Al dueño de la empresa ni siquiera lo tocaron. No hubo para él una orden de captura ni nada. De esa manera terminó el intenso trabajo investigativo del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la GNB (CONAS), donde hay malestar por lo ocurrido con este caso.