*** Miles de fieles festejaron los 104 años de la Virgen del Valle, patrona de oriente. En Guanare también celebraron los 363 años de la aparición de la Coromoto
Miles de feligreses procedentes de varias regiones del territorio nacional acudieron a la cita, como cada año, para rendirle tributo y rogar por la paz en el país, a la Virgen del Valle, durante los actos centrales que se realizaron ayer en la isla de Margarita, con motivo de los 104 años de su coronación canónica.
El recién nombrado obispo de Margarita, Fernando Castro Aguayo, durante la misa del mediodía elevó sus oraciones a Santa María en su advocación de la Virgen del Valle para que se alcance la paz. Habló también del drama de Siria y el Medio Oriente: «Si somos generosos moveremos el corazón del Señor para alcanzar el don de la paz, porque con ello llegarán otros bienes, el gozo y la alegría del espíritu, tan necesario para las familias que padecen los rigores de la guerra, la ruina física y moral. Elevemos nuestro sacrifi cio y pensemos que de nuestra respuesta depende la paz en Siria, el Medio Oriente y el mundo. Estamos seguros de que la Virgen escuchará el imperioso ruego del papa».
Los actos comenzaron con la misa de aurora oficiada por el obispo de la diócesis de Maracay, Rafael Conde Alfonzo, en la Basílica Menor.
Luis Eloy Serrano, párroco rector de la Basílica, pidió por la paz y la salvación de Venezuela a la Virgen del Valle.
«Bendice nuestro país y salva a Venezuela como lo hiciste durante la batalla de Matasiete.
Su oración nos enseña que debemos tener fe porque nada es imposible, también a tener esperanza y saber aguardar a que Dios actúe en su hora y, luego, a saber obedecer, porque el mejor vino está por llegar».
Oraciones desde Guanare
La capital de Portuguesa fue también escenario de fe mariana con la celebración de los 363 años de la aparición de la Virgen de Coromoto, en la Basílica Menor, a la cual acudieron más de 5.000 fi eles de más de 10 ciudades para agradecer los milagros y favores recibidos.
La ceremonia comenzó con la procesión de la reliquia de la Virgen hasta el altar principal del Santuario Nacional. La siguió la imagen del Santo Cristo de la Grita con la peregrinación de la diócesis de San Cristóbal y la cofradía del Santo Cristo: una visita del Hijo a la Madre, una de las novedades de la jornada. Los indios Cospes de la población de Tostos, Trujillo, y los indios Caracas entraron al templo con bailes y cantos.
El obispo de la diócesis de Guanare, José de la Trinidad Valera, llamó a convertir el corazón a Dios y apartarse de los ídolos: «Nadie puede tomar las cualidades de Dios».
Dijo que el pueblo de Venezuela debe entender que no es esclavo: «No estamos amarrados a ninguna ley, ninguna ley puede estar por encima de la dignidad humana».
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