Poli-Aragua destacados en el Peaje de Villa de Cura, Aragua, son choros con uniformes

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Frente a tantas denuncias sobre matraca policial, el gobernador Rodolfo Marco Torres en plena ejecución de su plan de modernización del peaje de Villa de Cura, jurisdicción del municipio Zamora del estado Aragua, ordenó en marzo pasado la salida de allí de unos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que se habían constituido en unos verdaderos azotes, para los ciudadanos, especialmente para los transportistas en general.

Efectivamente, esos funcionarios de la PNB fueron desalojados de las zonas aledañas al peaje y cuando el mandatario regional reinauguró ese peaje, instaló allí un modulo de la Policía de Aragua, para garantizar la seguridad de los ciudadanos y de esas instalaciones, lamentablemente los funcionarios de Poli-Aragua allí destacados, le manchan la gestión al mandatario, porque en materia de matraca, han resultado peor que los anteriores Policía Nacionales.

En varias oportunidades, este reportero ha presenciado como esos funcionarios detienen vehículos conducidos por jóvenes a quienes bajan arbitrariamente y los someten a humillantes requisas, para luego meterlos en ese modulo ambulante que tienen instalados allí, para “bajarlos de la mula”. Le ocurrió recientemente a un funcionario del INTT, quién trasladaba a la sede central de Caracas varios juegos de placas. Lo detuvieron, le quitaron su celular y lo amenazaron de presentarlo a Fiscalía señalándolo de traficar con esas placas, haciendo caso omiso de su condición de funcionario. Luego de varias horas, le dijeron que si les daba 500 dólares lo dejarían ir. El funcionario no cargaba esa plata y le permitieron llamar a una persona a quién le pidió ese dinero prestado. Cuando le llevaron los dólares, el calvario de ese funcionario terminó.

Por otro lado son muchos los transportistas de productos como quesos, huevos, verduras y frutas, que esos policías, convertidos en malandros con uniformes, no hacen otra cosa que matraquearlos sin pudor de ninguna naturaleza. A los queseros les quitan prácticamente sus ganancias, exigiéndoles hasta dos paños de queso (unos 20 kilos) que transportan desde llano adentro al centro del país. A los que transportan huevos, los “asaltan”, quitándoles hasta dos cajas. Igual sucede con los transportistas de verduras, frutas y otros alimentos.

Hay quienes alegan con banalidad, que quien se deja matraquear es porque tiene deudas con la ley, porque no andan derechito, o no cargan sus papeles en regla. Quienes así piensan, se olvidan que un sin fin de puestos de control, quien no cede al chantaje y a la extorsión, lo siembran con droga, armas de fuego o material estratégico. Es decir, simulan delitos para aterrorizarlo y frente al temor de ir a enfrentar un juicio en unos tribunales, igualmente corruptos, que pueden enviarlo a una de esas tenebrosas cárceles que existen en nuestro país, el ciudadano desesperadamente cede ante el acto extorsivo del funcionario policial. Es terrible. Solo quién lo vive, lo sabe en su exacta dimensión.

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Son varios son los funcionarios que con el mayor descaro justifican sus actos delincuenciales, con el cuento de los malos salarios que reciben como policías ¡Habráse visto!. La verdad es que hoy día la formación del nuevo policía ha sido realmente muy precaria, por lo que esas instituciones policiales lucen llenas de funcionarios sin ética ni moral, convertidos en el terror, una pesadilla, para toda la sociedad, chantajeando y extorsionando a los ciudadanos trabajadores, quienes hacen un gran esfuerzo para transportar los alimentos a los largo y ancho del territorio, a pesar de la crítica situación económica por la que atraviesa nuestro país.

 

 

 

José Rafael Ramírez
Periodista, CNP 3.141

 

 

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