El procurador especial nombrado por el presidente Juan Guaidó, José Ignacio Hernández es un profesor de derecho, pero eso no significa que sea un buen abogado de litigios. Una cosa es dar clases y otra fajarse a pelear un juicio.
En el caso de José Ignacio Hernández tenemos un gran problema, y es que antes, fue contratado como experto en varios juicios de compañías internacionales contra Venezuela, entre ellas Cristallex. De él fue la tesis de que los bienes de CITGO pueden ser embargados cuando se trata de ejecutar condenas contra el país, debido a que al ser ésta empresa propiedad de PDVSA y PDVSA propiedad de Venezuela, entonces se le pueden cobrar las deudas de Venezuela.
Mal puede el abogado José Ignacio Hernández ahora estar de Procurador de Venezuela, cuando ha sido quien ideó esa fórmula para que le despojaran los bienes que ahora como procurador tiene deber de defender. Eso es deshonesto. Por ello es que lo acusan -con razón- de tener conflicto de intereses.
Y para colmo este profesor no quiere que nadie se le meta su cueva. Nada de abogados que pretendan ser contratados, si no son sus amigos y/o de la élite del partido al que le debe el cargo. En Estados Unidos contrató al mismo bufete que le trabajó a Nicolás Maduro por años, y nadie puede meterse en eso.
Este Procurador está bailando desnudo entre hienas en medio de la noche y a sus pies está un corderito amarrado esperando ser defendido por él.
¿Quieres cordero….y cuánto hay p’a eso?
Le piden la renuncia
A raíz de este conflicto, el doctor Carlos Ramírez López, con conocimiento pleno de causa, le ha solicitado públicamente le renuncia al Procurador designado por el presidente Juan Guaidó, abogado José Ignacio Hernández y lo hizo en los siguientes terminos: https://youtu.be/iEcxPBvfeHk
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